Reconocer a la química como parte de la vida cotidiana, tras
conocer el progreso que a tenido esta a través
del tiempo y la forma en que ha empleado el método científico para resolver
problemas del mundo que nos rodea, así como su relación con otras ciencias, que
conjuntamente han contribuido al desarrollo de la humanidad.
La química no es ajena a nuestra vida, por lo contrario,
todos estamos íntimamente relacionados desde el momento que realizamos todas
nuestras actividades cotidianas o psicológicas como el respirar o alimentarnos.
Diariamente utilizamos productos elaborados por la industria
química que nos genera bienestar y que llegan, incluso, a ser indispensables
como las pastas dentales, limpiadoras, desinfectantes, entre muchos otros.
El estudio de la química busca que se interesen en conocer y
aplicar los métodos propios de esta
disciplina en la resolución de problemas cotidianos y la comprensión racional
de su entorno. Para lograr lo anterior
se deben de emplear procesos de razonamiento, argumentación y estructuración de
ideas, llevándolos a la generación de habilidades, actitudes y valores que
impliquen al estarla estudiando. Todo esto generara el cuidado del medio
ambiente, tomando conciencia sobre el cuidado y la preservación del medio que
nos rodea de manera responsable para que
las generaciones futuras cuenten con las mismas oportunidades que nosotros. Sin
perder el rigor científico de términos y definiciones; por otro lado, el aspecto del cuidado al medio
ambiente y el respecto por la
naturaleza.
Las ciencias experimentales
están orientadas a que toda persona
conozca y aplique los métodos y
procedimientos de dicha ciencia para la resolución de los problemas cotidianos
y para la comprensión racional de su entorno.
Tiene un enfoque práctico; se refiere a estructuras de pensamiento
y procesos aplicables a contextos diversos, que serían útiles para cualquier
persona a lo largo de su vida, sin que por ello dejen de sujetarse al rigor metodológico
que imponen las disciplinas que conforman. Su desarrollo favorece acciones
responsables y fundadas por parte de las personas hacia el ambiente y hacia si
mismo.
¿Cuándo hablamos de que existe algo anormal? sucede que
ocurren patrones de comportamiento muy específicos de las enfermedades, por
ejemplo la época del invierno es muy común las enfermedades de vía respiratorias
como la gripe o el refriado, que no lo son tanto en la temperatura de primavera
– verano, tal es el caso de lo acontecido recientemente en la ciudad de México
donde se reportaron cuadros de gripe que no eran comunes en primavera, alertando a la comunidad médica sobre posible epidemia
generada por la mutación de un nuevo virus proveniente en este caso de los
cerdos, al que llamamos influenza a (H1N1). La alerta epidemiológica provino a
la población y el número de muertes fue
muy inferior a lo que pudo haberse dado
en el caso de no alertar a la población. Luego entonces, toda aquella enfermedad
patrón de salud de que se tenga conocimiento o información, que se presente en
tiempos y formas diferentes se considera que tiene un comportamiento anormal. Por
lo cual ahora se tiene más precaución
antes de aclarar algo sobre algún padecimiento.
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