jueves, 7 de noviembre de 2013

Estados de agregacion de la materia.

Las diversas  sustancias pueden presentarse en forma de solido, liquido o gases. Esta manera de manifestarse se conoce como estado de agregación, debido a que las características de cada uno de los estados tienen relación con la forma en que están dispuestos los átomos o moléculas que componen  al cuerpo en estudio.
Estado sólido.
Las sustancias de este estado poseen forma y volumen propios. En algunos casos las partículas constituyentes se disponen formando una especie de red cristalina donde las fuerzas de atracción son muy fuertes. La energía cinética de las partículas en los sólidos es pequeña, mientras que la energía potencial posee valor alto.
Estado liquido.
Los líquidos, como podemos observar a través de muchos ejemplos  de nuestra vida diaria, aunque poseen un volumen propio, adoptan la forma del recipiente que los contiene. Son muy poco comprensibles, y las fuerzas que existen entre sus moléculas o átomos explican el fenómeno de cohesión y por que la mayor parte de ellos pueden formar gotas. La energía cinética de sus partículas es aproximadamente igual a su energía potencial.
Estado gaseoso.
Los gases no tienen forma ni volumen definido, pero pueden llenar con cierta rapidez, por completo, el recipiente que los contiene. Sus partículas, ya sean átomos o moléculas, viajan a gran velocidad, chocando con frecuencia con las otras partículas y con las paredes del recipiente, porque su energía cinética es muy alta comparada con su energía potencial. Los gases pueden comprimirse en un grado relativamente importante, y bajo ciertas condiciones de temperatura y presión, pueden pasar al estado líquido.
Plasma.
Es el cuarto estado de la materia, y de acuerdo con las investigaciones científicas el más abundante en el universo, puesto que ocupa aproximadamente el 99% del mismo. Las estrellas, nuestro sol y el polvo interestelar están formados por plasma.
El plasma se describe como una especie de gas ionizado, en el cual las partículas subatómicas se mueven casi con entera libertad. Lo podemos imaginar como un fluido tremendamente lleno de energía, que puede generar cantidades inimaginables de ella. Las colisiones frecuentes redundan en la creencia de elementos  a partir de sus partículas básicas.
A diferencia de los gases fríos, como el aire a temperatura ambiente, el plasma es un excelente conductor de la electricidad y también es frecuentemente influido por los campos magnéticos. De hecho, como el plasma no puede ser contenido en ningún recipiente solido, los científicos están experimentando con campos magnéticos muy poderosos para poder confinarlo.
Los científicos afirman que existe un plasma frio y un plasma caliente. El plasma frio se presenta a temperatura del rango de 10000 K, mientras que el plasma caliente requiere de millones de grados de temperatura.
En nuestro planeta podemos observar algunas manifestaciones del plasma en el relámpago, en algunas secciones de la llama y en los tubos fluorescentes, comúnmente conocidos como ¨tubos de neón¨.


El gas contenido en el interior de los tubos fluorescentes es ionizado por la energía eléctrica que circula una vez que se ha accionado el interruptor. Las partículas ionizadas son aceleradas y colisionan con los átomos. En este proceso son arrancados  electrones adicionales que ayudan a mantener el plasma así creado.

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